Hoy en día, el teléfono móvil es algo tan común como una prenda de vestir o un electrodoméstico. De esta manera, la mayoría no sabe vivir sin él, y en cuando se rompe o se queda sin cobertura se pone nervioso. Así, hemos creado una dependencia que en ocasiones no es sana. Actualmente se calcula que el 92% de la población mundial tiene acceso a un dispositivo móvil. Pero si miramos la historia, no hace tanto de que se inventaron, y nuestros padres y abuelos vivían sin ellos sin problemas. Pero no todo es negativo; nos permiten estar informados a tiempo real, comunicarnos sin importar la distancia y muchos usos más.
Los orígenes de la telefonía se remonta a la radio, donde con la Segunda Guerra Mundial se empezaron a desarrollar. Los primeros eran de gran tamaño, por lo que se instalaban en bases o barcos. Más tarde evolucionaron hacia la instalación de teléfonos en automóviles, pero las pocas líneas provocaban largas horas de espera y un radio de frecuencia muy reducido.
El 3 de abril de 1973, Martín Cooper, con su compañía Motorola realizaba la primera llamada desde el primer celular personas. Esta iba dirigida a Joel Engel, de la compañía AT&T, su máximo rival. En 1984, el DynaTAC 8000X se empezaba a comercializar,
Hasta el año 1990 se siguieron sacando este tipo de dispositivos con tecnología analógica, conocidos como primera generación.
La segunda generación nace en 1990; donde se empleó tecnología digital. Esto permitía una mayor calidad de sonido, la itinerancia y la reducción del tamaño y el peso. Pero sobre todo sirvió para que creciese un mercado internacional y competitivo de operadoras y fabricantes; impulsando la creación de una red internacional. Así se conseguía la velocidad de 2G con 9.6 kbit/s.
Tras un largo desarrollo, se consiguió aumentar la velocidad hasta 384 kbit/s; pero la demanda de aumento de esta seguí incrementándose, por lo que a esta generación se conoce como de transición.
El público seguía demandando una velocidad mayor que les permitiese realizar videoconferencias y visualizaciones online. Así, llegó con una velocidad desde 44 kbit/s hasta 7.2 Mbit/s la tercera generación (3G).
Entre 2007 y 2008 nacen los primeros teléfonos con una cobertura 4G, con velocidad de 100 Mbit/s para una movilidad alta y 1 Gbit/s para movilidad baja. Esta permite visualización de vídeos de alta calidad, y actualmente está disponible en la mayoría de países desarrollados. Por lo que ahora mismo estamos en la cuarta generación. Sin embargo ya se ha conseguido aumentar esa velocidad a 301 Mbit/s.
Así, hemos visto como la telefonía en cuestión de 30 años a conseguido pasar de un móvil sin internet ni aplicaciones, a un smartphone más potente que los ordenadores de entonces y con una velocidad enorme; pasando de apenas poder mandar un audio a poder ver vídeos al instante con calidad 4K.
Obviamente, esto ha sido posible al avance tecnológico que se ha producido en todos los ámbitos. Dentro de poco gozaremos de la 5 generación; pero ¿se acabará algún día el posible desarrollo? Seguramente nos encontremos con límites físicos, por lo que cada vez el avance será menor.